El joven ajedrecista - mayoría/minoría de edad

En estos días está en boga la noticia sobre un joven ajedrecista de 15 años que se enamora de una joven de 29 ( http://www.clarin.com/diario/2007/03/09/um/m-01377014.htm ), la primera reacción de su padre, al igual que la de muchos "pseudomoralistas" es rechazar esto tajantemente, es muy común ver las declaraciones del padre sobre "doblar la edad", y otras cosas. En Argentina eso estaría prohibido porque el chico es "menor" y la mujer "mayor", sino me equivoco hace unos meses pasó algo parecido entre un alumno del secundario y su profesora de 35 y hasta creo que ella terminó presa. ¿Tiene sentido fijar una mayoría de edad para amar?, ¿Acaso se puede uno casar muchas veces por interés o por impisición con otra persona y no con quien desea por una cuestión de "mayoría de edad"?, ¿Acaso hay que reprimir siempre nuestros deseos y vivir una crónica frustración?, ¿Acaso hay que dejar lo que da felicidad para entrar en una rutina hueca?, ¿Es mejor formar un matrimonio infeliz pero "con todos los papeles", criando hijos que muchas veces tienen que soportar el trauma de una separación que estar con la persona que se ama?, ¿Uno a los 15 no sabe lo que es mejor para su vida, pero sí a los 18?
Cómo dice Joaquín Sabina "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió" dejemos como dice Sting en su tema "Let your soul be your pilot", que el alma de este joven sea el que decida que hacer, dejemos las hipocresías de lado y que cada uno sea quien decida que es lo mejor y peor para su vida, pareciera que para amar este chico es menor, pero para estar obligado al éxito es mayor.
Se puede ver en la nota que él le mintió a su amada diciendo que tenía 20 en lugar de 15 ¿cambia algo?, seguramente muchos de los moralistas que critican esta pareja en sus momentos libres ven mujeres desnudas en internet entre otras cosas.
Deseo toda la suerte a este joven en su romance, más que en su carrera de ajedrecista, el mundo precisa de gente como él que apueste al amor, antes que gente que apueste al odio ó a números en la economía, ó como en una empresa donde trabajé que nos hagan perder el tiempo con pedantería.