Pensaba que este personaje existía solamente en mis historietas y trabajo anterior; pero cada me doy cuenta que el típico rompebola es moneda corriente en nuestras vidas. Voy a contar una experiencia de mis últimas vacaciones.
Estaba viajando rumbo a Mar del Sur por la Ruta 2 (eh eh eh autovía 2, eh eh o Ruta Provincial 2, eh eh porque pasó de la Nación a la Provincia hace años, eh eh), como fue un día de semana costó mucho salir de Buenos Aires, hacía calor y se sentía mucho a bordo del 147 por lo que fueron necesarias muchas paradas para "refrigerio".
Una de ellas fue en el conocido local "Atalaya", cerca de Chascomús; bajamos para probar las medialunas tan famosas, que pude comprobar que ahora no son tan ricas como otros tiempos, talvez por los efectos de la globalización; hasta ahí todo bien, el problema fue la persona que estaba delante mío en la fila a formar, pidió empanadas pero:
- ¿Eh, eh, las empanadas están calientes?
- No, pero se pueden calentar
- ¿Eh, eh, pero se calientan en microondas?
- Sí.
- Eh, eh, en microondas la masa pierde un poco de dureza y se hablanda...
- Es poco el tiempo de calentamiento...
- Eh, eh, eh y no tienen horno a gas o eléctrico.
- No podemos usarlo ahora...
- Eh, no se que hacer..., frías no me gustan, pero tampoco calentadas a microondas...
- Voy a pensar..., no puede ser calentada en otro horno.
- No...
- Eh, eh, no se que hacer..., no mejor anulame el pedido...
¡¡¡Faltaba que pregunte que aceite se usó para la cocción!!!, ¡¡¡en una de esas pedía con aceite de pepita de uva!!!
martes, 10 de febrero de 2009
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